El pelo de cachemir se obtiene de la cabra de raza cachemir, cabra del Himalaya, de la región india de Cachemira.
La cabra de cachemir se cría en estado salvaje a una altura de 4000 a 5000 metros. Tiene dos clases de pelo, uno largo y basto, otro suave, fino y brillante.
Debido a la extraordinaria finura de esta fibra y a su alto precio, esta materia no se suele hilar sola, sino con mezcla. Se ha utilizado para hacer jerséis y tejidos para abrigos, chaquetas y otras prendas.
Cambray:
Tejido de lino o algodón con ligamento de tafetán, parecido a la batista, caracterizado por estar compuesto la trama de un color y la urdimbre de otro.
Camello, pelo de:
Este pelo es similar al pelo de vicuña pero de calidad inferior. Su principal característica es el color. El pelo de camello es difícil o casi imposible teñir, por lo que estos tejidos se presentan con su color natural, el beige-tostado del pelaje corto y suave que el camello tiene bajo el largo y grueso que le recubre exteriormente. También existen pelos de camellos en color gris y negro, pero se aprecia menos suavidad y brillo que el del color marrón.
Existe también una imitación fabricada con mezcla de lana y de cachemir que adopta el mismo color.
Es un tejido lujoso utilizado frecuentemente para abrigo de caballero desde el siglo XIX. A lo largo del siglo XX este tejido se ha convertido en un clásico y ha sido utilizado también por las mujeres.
Cañamazo:
Tejido de lino o cáñamo con ligamento de tafetán y doble trama. Está almidonado y es rígido, dejando unos espacios entre trama y urdimbre que forman unos huecos para dar paso a la lana del bordado. Su color varía de gris oscuro a pardo y de amarillo verdoso a amarillo oscuro.
El cañamazo se extrae de la corteza que envuelven los tallos de la planta que lleva el mismo nombre, y es originario de la India y de Persia pero actualmente se cultiva en casi todo el mundo. En España se cultiva en las regiones bañadas por el Mediterráneo y en algunas zonas del interior.
El cañamazo se utilizó en moda para el cancán, pero actualmente tiene múltiples usos industriales. Se utiliza para cuerdas, sacos, tejidos de vestir y complementos. La fibra más basta del cañamazo se llama estopa y se usa en fontanería.
Castor:
Piel gruesa de tacto suave de color castaño que proporciona el roedor acuático del mismo nombre procedente de Estados Unidos y Canadá. Se ha utilizado para confeccionar abrigos a lo largo de todo el siglo XX; en la actualidad, la caza de este animal está muy restringida.
Cinta:
Tejido largo y angosto de cualquier materia y cualquier color que sirve para atar, ceñir o adornar.
Cloqué:
Tejido fabricado en cualquier fibra. Se caracteriza por el relieve que aparece en la superficie parecido al piqué, con la superposición de una o varias telas formando frunces o drapeados.
Cordero:
La piel de este animal, en sus diversas variantes, se utilizó para prendas rústicas y populares que la moda rescató para abrigos y chaquetas a partir de los años sesenta, de la mano de los hippies y la pasión por la ropa vaquera.
Crêpe:
Al principio fue un tejido ligero de seda, ahora puede hacerse de cualquier material.
Este tejido se caracteriza por tener la superficie granulada gracias a la superposición de varios hilos de distintas fibras.
Los tipos más conocidos de crepê son: crepê de China, de gran calidad de seda y aspecto lustroso, y crepê georgette, de textura muy ligera y fluida hecho en seda, algodón o rayón.
Crespón:
Tejido parecido al crepê, con la diferencia de tener una cara con una superficie granulada más pequeña, y la otra cara ser arrasada, tipo raso. Está fabricado generalmente en seda.
Cretona:
Tejido de algodón con dibujos estampados a troquel. Se caracteriza por aparecer en el revés del tejido la tela blanqueada.
Cuero:
Piel de diversos animales tratada y teñida como un tejido. Puede tener diversos grosores. Se ha utilizado tanto para calzado y complementos como para todo tipo de prendas de vestir, a partir de los años sesenta.
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